1. La Antigua Orden Árabe de los Nobles del Relicario Místico, comúnmente conocida como Shriners y abreviada como A.A.O.N.M.S. (en inglés), fue establecida en 1870 como un cuerpo dependiente de la Francmasonería. La organización es mejor conocida por sus Hospitales Shriners para niños que administra y por los feces en color rojo que sus miembros usan. La historia comienza en el año de 1907 cuando un grupo de Shriners establecidos en la Ciudad de México recibió la carta patente de la AAOMS para trabajar en el territorio de la República Mexicana. El primer Shriner registrado fue José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien se desempeñaba como servidor público con el máximo encargo de ser el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. http://es.wikipedia.org/wiki/Francmasoner%C3%ADa_en_M%C3%A9xico
LLQ
(Grant WOOD, el autor del célebre American Gothic, retrata a los Shriners en esta litografía)…La faz oculta del fezo- Claves caprichosas para un viaje iniciático-Siempre habíamos fantaseado con la idea de viajar alguna vez a Fez, en Marruecos, o quizá hasta el Cairo, y hacernos con uno de estos gorritos tan simpáticos que vimos ostentar por primera vez con gallardía al míticoEmilio el Moro, para luego depositarlo con esmero sobre nuestra cabeza y –a ratos– imprimirle un vigoroso y rítmico movimiento circular que permitiera espantar alguna que otra mosca y –quién sabe– incluso refrescar nuestras ideas. Finalmente, tras una hermosa estancia en Egipto, la casualidad o los dioses del Alto y Bajo Egiptohan permitido que tal acontecimiento suceda, y glosamos este humilde post para compartir con algunos de ustedes la honda impresión que ha causado en nuestro espíritu susceptible el contacto íntimo con este misterioso adminículo de extraño nombre, el fez, que a pesar de su aspecto ridículo, ostenta una faz oculta y pelín siniestra.
(Nuestra particular “iniciación“ egipcia se desarrolló bajo la atenta y severa mirada de los Grandes maestres del celuloide rancio cairota)Nuestro sombero rojo con forma troncocónica (esto es, una especie de tiesto para geranios –vulgo maceta– invertido) se denomina “fez“, nombre derivado –como ya sabrán nuestros avispados sobrinos– de la ciudad homónima en Marruecos y es uno de los distintivos de los miembros de los Shriners, o Antigua Orden Árabe de los Nobles del Relicario Místico (3), la logia masónica más visible del populoso panorama de las sociedades discretas estadounidenses. Las compañias de suministros masónicos proporcionan en su catálogo un sombrero rojo oscuro llamado “el fez noble”, donde el uso del término “noble” para describir el fez podría refererise al adepto a la fraternidad Shriner, que también reicibe el epíteto de noble. Algunos han pretendido vislumbrar en los símbolos que adopta el característico tocado masónico un mensaje que vendría ser una llamada anticristiana, una especie de vendetta (2) que formaría parte del atávico legado de los últimos caballeros templarios –quienes auspiciaron supuestamente la formación de la moderna francmasonería– que juraron vengar la muerte de su Gran Maestre Jacques de Molay a manos de la iglesia de Roma (un fatídico viernes 13, curiosamente) (4)
(Cimitarras y medias lunas en este peculiar fez)Especulaciones al margen, la historia del fez tiene un lado oscuro, un origen sangriento. Parece ser que –según el relato que dos mullahs (eruditos islámicos) hicieron a un ex-masón inglés estudioso del islam — en la ciudad de Fez, en el año 800, “los musulmanes vengaron sus pérdidas durante las cruzadas ejecutando a cincuenta mil hombres, mujeres y niños cristianos. Contaban que la sangre de los cristianos masacrados corría por las calles y los verdugos bañaron sus turbantes blancos en la sangre de las víctimas sacrificadas, tiñéndolos de rojo oscuro. Después se volvieron a colocar el turbante como símbolo de victoria. Desde entonces estos tocados recibieron el nombre de “fez”. Los Shriners llevan exhibiendo con orgullo este símbolo de la “victoria sobre el cristianismo”. (5)
(El fez que usan como tocado masónico algunas sociedades secretas parece ocultar una sangrienta historia de venganza)
En los albores del siglo XIX el fez empezó a formar parte de la indumentaria oficial del Sultán de Turquía, Mahmoul II. Se consideraría un objeto de especial reverencia y atención y pronto todo ciudadano turco, incluso no musulmán, fue obligado a llevarlo. Emparentado con el fez, otro tipo de sombrero grande de forma ligeramente cónica, curvado en la punta, se convertiría en un signo de distinción y prestigio en la antigüedad. En la india, tocados similares servían de corona a los principes hindúes como emblema de su alta cuna.En este sentido, el fez participa de la significación genérica del sombrero como un signo de autoridad o distintivo de poder. Los tocados, gorros y sombreros de todo tipo han sido extensamente usados desde la antiguüedad para indicar la posición particular de individuo, señalando su rango en el caso de una jerarquía (así en instituciones como el clero o la nobleza, o en el ejército). En algunos rituales iniciáticos, el tocado, el sombero o la caperuza tienen una importancia capital. En términos simbólicos, la asociación del sombero con la cabeza — sede del alma en las antiguas tradiciones– y con la bóveda celeste por otro lado, ponen de manifiesto su relevancia en buena parte de los misterios e iniciaciones.(Los tres reyes magos (magi) tocados con un bonete rojo –el gorro frigio de los misterios mitraicos–, en la escena de la Adoración del Niño Rey )A nosotros, amigos de la sinestesia y las asociaciones paranoicas, nos parece que todos los bonetes rojos del mundo están de algún modo conectados entre sí, al menos simbólicamente. Por eso no podemos dejar de mencionar el gorro frigio, otro celebérrimo tocado bermellón,en este pequeño scherzo sobre el fez. Y así referimos que en los misterios de Eleusis, al colocarle el gorro frigio al iniciado se le decía: “Recibe este gorro que es un símbolo más valioso que cualquier corona real“ . No en vano el gorro frigio ha sido uno de los distintivos característicos de los Tres Reyes magos en numerosas representaciones. Nos dicen nuestras fuentesque “esta prenda ha tenido una extraña historia. Supuestamente, su origen se encuentra en la región de Frigia, Asia Menor, en la actual Turquía. En el arte griego del período helenístico aparece como atuendo característico de los orientales. Es uno de los atributos del dios Mitra, o Mitras, en el culto de posible origen iranio conocido como mitraísmo. En época romana, este gorrito rojo (llamado también pileus) era el distintivo de los libertos. Fue utilizado simbólicamente por los asesinos de Julio César. Tal vez por esta razón, durante la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa fue adoptado como símbolo de la libertad. “ ( n)Por otro lado, en su muy recomendable Diccionario de Símbolos, Juan Eduardo Cirlot afirma que el gorro frigio reviste ciertos aspectos de simbolismo fálico, pero –sigue diciendo el poeta– “al tratarse de un sombrero, predomina el erotismo en su forma más superior, más alta o sublimada. Por otro lado, su color rojo puede ser asociado a la idea del sacrificio, propio de los sacerdotes”– y aquí es precisamente donde nos entusiasma hacer hincapié– . Todo bonete o tocado rojo tendría, en principio, un significado similar. (v)Laurel y Hardy en los Hijos del Desierto, una sátira sobre las sociedades secretas y universitarias americanas (via)Entre los regalia masónicos, como hemos visto, figura nuestro noble y simpático fez. En consonacia con el simbolismo inicático del sombero, el iniciando no puede vestir la prenda hasta que, tras participar en diversas ceremonias y aprender otras tantas “lecciones”, alcanza el tercer grado, el de Maestro. Entonces está cualificado para solicitar su admisión de entrada en la fraternidad de los Shriners. Los vínculos entre ésta fraternidad, de carácter marcadamente filantrópico, y la francmasonería, son perfectamente documentables, y sirvieron de argumento a una joya del celuloide rancio cuyos fotogramas ilustran nuestra parrafada: Los Hijos del Desierto, de Stan Laurel y Oliver Hardy, que ofrecen en esta cinta una visión sarcástica del mundo de las sociedades secretas y fraternidades universitarias americanas, incluyendo una cómica reproducción de laConstitución de Anderson.
(El modelo de fez empleado en la película Sons of the Desert, del Gordo y el Flaco, con el emblema masónico delSol Naciente)
(El fez, un tocado masónico: “Si lo haces todo bien, te dan el disfraz”)
(Emilio el Moro – tocado con su distintivo fez– al Servicio de su Majestad (?) con pose osiríaca y guiño apocalíptico-iluminita)
Abundando en parentescos con el fez, recordamos este otro sombrero troncocónico, de color indefinido, que es una prenda característica de los derviches y en su simbolismo particular encierra una forma de memento mori: ”Como todas las ropas que visten los mevlevis durante la observancia posee un significado simbólico. Elsombrero de camello representa una lapida, la capa negra es la propia tumba y la túnica blanca, el sudario fúnebre. Durante la ceremonia del Sema la capa se desecha, para indicar que los derviches han escapado de sus tumbas y de todos los lazos terrenales. La música reproduce la de las esferas y los derviches representan los cuerpos celestiales. ” ( )
(Derviche giróvago con su típico sombrero reminiscente del fez. Foto Ignacio Jaúregui)La palabra derviche significa “camino hacia el portal”, un camino sembrado de una alegría casi onírica, dionisíaca, que diría un simbolista empedernido. Los derviches son hijos del trance y el juego, jugar, jugar y jugar tanto que entremos en un estado absorto, girar hasta que el mundo material se borre, las penas se desdibujen, la cotidianidad absurda, estúpida y trémula se desvanezca hasta que el ego se desintegre (n) En el caso de los derviches, la curiosa forma del sombrero afecta de modo particular al equilibrio del danzante, así como a su movimiento giratorio, y ofrece un curioso eco de las propias vestiduras, que se acercan al aspecto cónico o circular –en plena danza– que también tienen las vestimentas de algunos chamanes.Estos locos del sombrero troncocónico, los derviches danzantes, pertenecen a una orden fundada por Jelaluddin Mevlana Rumi, “de quien proviene el nombre de Mevlevi, con el cual conoce el mundo islámico esta singular congregación religiosa (…) Los derviches celebran la fecha en que Rumi fue a encontrarse con Mahoma y Alá como mejor saben hacerlo: Danzando. Entre los derviches, “la danza tiene un significado claramente cósmico y apegado al devenir de la vida humana. Al entrar al templo, los derviches llevan sobre sí un sayal negro que significa la última morada, la tumba. Se despojan luego de esta capa y quedan vestidos de blanco, color que viene a significar la mortaja.” De nuevo, el sempiterno memento mori. “Luego comienzan a girar sobre su eje para vencer la muerte. Extienden sus manos, la derecha recibe la energía del mundo espiritual, superior de los cielos. La izquierda la dirigen a la tierra. Originalmente, el sheik representaba al Sol y los danzantes eran planetas”En la mística sufí, se afirma que “la corona de luz que normalmente recibe el alma en el Paraíso le es conferida aquí en la Tierra. Quienes tienen el don de Al-láh de la visión espiritual pueden percibir la luz, y hasta una corona de luz, descendiendo sobre la cabeza del nuevo derviche en un momento determinado de la ceremonia. Puesto que la corona del Paraíso sólo puede ser otorgada en el Paraíso, la conciencia paradisíaca debe estar plenamente presente durante esta iniciación. La corona es simbolizada por el regalo de un gorro blanco a los hombres y un velo blanco o de color a las mujeres. (…) El recibir esta corona espiritual nos capacita para experimentar la conciencia del Paraíso aquí y ahora, durante las oraciones y aun durante las luchas de la vida diaria. Los derviches iniciados pueden ahora transmitir por lo menos un vislumbre de esta conciencia jubilosa y profunda a las personas amadas y amigos, no en forma verbal sino directamente, elevando así a toda la humanidad. ” (n)
(Triple faz para un fez: Venturi, R. Daneel O., Flegetanis –ya está aquí vuestra mamaíta, íta, íta–, en el momento de nuestra particular “coronación” cairota)Por último, last but not least, para finalizar esta abrupta disquisición sobre la preeminencia del sombrero en los ritos iniciáticos, queremos incidir en los paralelismos –inequívocos o quizá totalmente caprichosos– entre nuestro tocado troncocónico de color sanguíneo y el mismísimo Graal, que en ocasiones se manifiesta como una copa –verde, es cierto, pero eso nos estropearía la identificación– ; de cualquier modo podemos aceptar que en cierto sentido se considere el sagrado recipiente como una copa roja en tanto en cuanto es el receptáculo de la sangre en algunas leyendas griálicas; el vaso o grasale “donde la sangre o vida crística y el pan de la inmortalidad (el alma) se encuentran servidos para que el hombre aspiracional los disponga en actitud receptiva, hacia lo alto, como quien eleva la copa antes de la comunión del brindis espiritual, siendo este brindis un símbolo del fasto del ágape o experiencia de la iniciación” ( v ). Siguiendo en esta línea de argumentación endeble y caprichosa, nos van a permitir también, a los postres, el imaginativo paralelismo fonético: red cap, red cup. Pues eso.(Red cup = Red cap ; ¿lo pillan?…)Y como no hay ceremonia o ritual iniciático que valga que no termine con una mínima o fastuosa celebración orgiástica, y dadas las connotaciones sexuales –sublimadas, por supuesto– del dichoso sombrerito rojo que hemos manifestado con anterioridad, queremos concluir esta semblanza sobre la vida y milagros del fez con los acordes de una deliciosa melodía popular orientalizante, entre lasciva y picantona, con la que nuestros maestros de ceremonia nos deleitaron en nuestra particular coronación cairota. Hala, a menear la penca con este soberbio e iniciático Ya Mustapha.Ya Mustapha (melodía ligeramente libidinosa para una iniciación de sexualidad sublimada, etc, etc.)-Fuentes,notas y vínculos-- (3) La Antigua orden de los nobles del Relicario místico, o shriners (según la wikipedia)
- El discurso antimasónico de A.P. (AustinPowers), Mustapha, el hombre del fez, es muy malo. Vean, si no.
- Las conexiones reales o fabuladas de los Shriners con el islam nos llevarían demasiado lejos y no vamos a establecerlas aquí. Par los sobrinos más interesados en esta ardua cuestión nos bastará señalar que : “La conexion mas obvia con el islamismo en el mundo de la Logia es,por supuesto,el Shrine. La mayoria de las personas no saben que el verdadero nombre de esa organizacion es la “Antigua Orden Arabiga,Nobles del Templo Mistico” (…) El Shrine no solo evoca claramente la cultura arabe,sino que el “shrine” es en verdad el santuario sagrado del islamismo,la Kaaba en la Meca.Entre aquellos que no pertenecen al Shrine,pocos se dan cuenta de que tras su aspecto externo exotico y divertido,el ceremonial esta impregnado de la religion islamica ”
- El blog del portador del fez por antonomasia, nuestro ilustre Emilio El Moro.
- (4) Un viernes 13 de octubre del año 1307, hace 702 años, el Gran Maestre Templario Jacques de Molay y sus 138 compañeros eran detenidos y ajusticiados, dando comienzo a una maldición que perdura hoy en día y a una de las leyendas más fascinantes de nuestra época. (cita)
- Anécdotas sobre otro curioso sombrerito rojo: el gorro frigio. ¿Qué tienen en común Papá Pitufoy el dios Mitra?
- Las coronas reales de Egipto. Las coronas participan del simbolismo general del sombrero, sublimándolo.
- Baraka, Tool disposition (danza de derviches giróvagos)
- Sombreros para viajeros impenitentes en HATS horizons
én le interese: http://www.viajesconmitia.com/2010/12/13/la-faz-oculta-del-fez/

(Grant WOOD, el autor del célebre American Gothic, retrata a los Shriners en esta litografía)
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La faz oculta del fez
o
- Claves caprichosas para un viaje iniciático-
Siempre habíamos fantaseado con la idea de viajar alguna vez a Fez, en Marruecos, o quizá hasta el Cairo, y hacernos con uno de estos gorritos tan simpáticos que vimos ostentar por primera vez con gallardía al míticoEmilio el Moro, para luego depositarlo con esmero sobre nuestra cabeza y –a ratos– imprimirle un vigoroso y rítmico movimiento circular que permitiera espantar alguna que otra mosca y –quién sabe– incluso refrescar nuestras ideas. Finalmente, tras una hermosa estancia en Egipto, la casualidad o los dioses del Alto y Bajo Egiptohan permitido que tal acontecimiento suceda, y glosamos este humilde post para compartir con algunos de ustedes la honda impresión que ha causado en nuestro espíritu susceptible el contacto íntimo con este misterioso adminículo de extraño nombre, el fez, que a pesar de su aspecto ridículo, ostenta una faz oculta y pelín siniestra.

(Nuestra particular “iniciación“ egipcia se desarrolló bajo la atenta y severa mirada de los Grandes maestres del celuloide rancio cairota)
Nuestro sombero rojo con forma troncocónica (esto es, una especie de tiesto para geranios –vulgo maceta– invertido) se denomina “fez“, nombre derivado –como ya sabrán nuestros avispados sobrinos– de la ciudad homónima en Marruecos y es uno de los distintivos de los miembros de los Shriners, o Antigua Orden Árabe de los Nobles del Relicario Místico (3), la logia masónica más visible del populoso panorama de las sociedades discretas estadounidenses. Las compañias de suministros masónicos proporcionan en su catálogo un sombrero rojo oscuro llamado “el fez noble”, donde el uso del término “noble” para describir el fez podría refererise al adepto a la fraternidad Shriner, que también reicibe el epíteto de noble. Algunos han pretendido vislumbrar en los símbolos que adopta el característico tocado masónico un mensaje que vendría ser una llamada anticristiana, una especie de vendetta (2) que formaría parte del atávico legado de los últimos caballeros templarios –quienes auspiciaron supuestamente la formación de la moderna francmasonería– que juraron vengar la muerte de su Gran Maestre Jacques de Molay a manos de la iglesia de Roma (un fatídico viernes 13, curiosamente) (4)

(Cimitarras y medias lunas en este peculiar fez)
Especulaciones al margen, la historia del fez tiene un lado oscuro, un origen sangriento. Parece ser que –según el relato que dos mullahs (eruditos islámicos) hicieron a un ex-masón inglés estudioso del islam — en la ciudad de Fez, en el año 800, “los musulmanes vengaron sus pérdidas durante las cruzadas ejecutando a cincuenta mil hombres, mujeres y niños cristianos. Contaban que la sangre de los cristianos masacrados corría por las calles y los verdugos bañaron sus turbantes blancos en la sangre de las víctimas sacrificadas, tiñéndolos de rojo oscuro. Después se volvieron a colocar el turbante como símbolo de victoria. Desde entonces estos tocados recibieron el nombre de “fez”. Los Shriners llevan exhibiendo con orgullo este símbolo de la “victoria sobre el cristianismo”. (5)

(El fez que usan como tocado masónico algunas sociedades secretas parece ocultar una sangrienta historia de venganza)

En los albores del siglo XIX el fez empezó a formar parte de la indumentaria oficial del Sultán de Turquía, Mahmoul II. Se consideraría un objeto de especial reverencia y atención y pronto todo ciudadano turco, incluso no musulmán, fue obligado a llevarlo. Emparentado con el fez, otro tipo de sombrero grande de forma ligeramente cónica, curvado en la punta, se convertiría en un signo de distinción y prestigio en la antigüedad. En la india, tocados similares servían de corona a los principes hindúes como emblema de su alta cuna.
En este sentido, el fez participa de la significación genérica del sombrero como un signo de autoridad o distintivo de poder. Los tocados, gorros y sombreros de todo tipo han sido extensamente usados desde la antiguüedad para indicar la posición particular de individuo, señalando su rango en el caso de una jerarquía (así en instituciones como el clero o la nobleza, o en el ejército). En algunos rituales iniciáticos, el tocado, el sombero o la caperuza tienen una importancia capital. En términos simbólicos, la asociación del sombero con la cabeza — sede del alma en las antiguas tradiciones– y con la bóveda celeste por otro lado, ponen de manifiesto su relevancia en buena parte de los misterios e iniciaciones.
(Los tres reyes magos (magi) tocados con un bonete rojo –el gorro frigio de los misterios mitraicos–, en la escena de la Adoración del Niño Rey )
A nosotros, amigos de la sinestesia y las asociaciones paranoicas, nos parece que todos los bonetes rojos del mundo están de algún modo conectados entre sí, al menos simbólicamente. Por eso no podemos dejar de mencionar el gorro frigio, otro celebérrimo tocado bermellón,en este pequeño scherzo sobre el fez. Y así referimos que en los misterios de Eleusis, al colocarle el gorro frigio al iniciado se le decía: “Recibe este gorro que es un símbolo más valioso que cualquier corona real“ . No en vano el gorro frigio ha sido uno de los distintivos característicos de los Tres Reyes magos en numerosas representaciones. Nos dicen nuestras fuentesque “esta prenda ha tenido una extraña historia. Supuestamente, su origen se encuentra en la región de Frigia, Asia Menor, en la actual Turquía. En el arte griego del período helenístico aparece como atuendo característico de los orientales. Es uno de los atributos del dios Mitra, o Mitras, en el culto de posible origen iranio conocido como mitraísmo. En época romana, este gorrito rojo (llamado también pileus) era el distintivo de los libertos. Fue utilizado simbólicamente por los asesinos de Julio César. Tal vez por esta razón, durante la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa fue adoptado como símbolo de la libertad. “ ( n)
Por otro lado, en su muy recomendable Diccionario de Símbolos, Juan Eduardo Cirlot afirma que el gorro frigio reviste ciertos aspectos de simbolismo fálico, pero –sigue diciendo el poeta– “al tratarse de un sombrero, predomina el erotismo en su forma más superior, más alta o sublimada. Por otro lado, su color rojo puede ser asociado a la idea del sacrificio, propio de los sacerdotes”– y aquí es precisamente donde nos entusiasma hacer hincapié– . Todo bonete o tocado rojo tendría, en principio, un significado similar. (v)
Laurel y Hardy en los Hijos del Desierto, una sátira sobre las sociedades secretas y universitarias americanas (via)
Entre los regalia masónicos, como hemos visto, figura nuestro noble y simpático fez. En consonacia con el simbolismo inicático del sombero, el iniciando no puede vestir la prenda hasta que, tras participar en diversas ceremonias y aprender otras tantas “lecciones”, alcanza el tercer grado, el de Maestro. Entonces está cualificado para solicitar su admisión de entrada en la fraternidad de los Shriners. Los vínculos entre ésta fraternidad, de carácter marcadamente filantrópico, y la francmasonería, son perfectamente documentables, y sirvieron de argumento a una joya del celuloide rancio cuyos fotogramas ilustran nuestra parrafada: Los Hijos del Desierto, de Stan Laurel y Oliver Hardy, que ofrecen en esta cinta una visión sarcástica del mundo de las sociedades secretas y fraternidades universitarias americanas, incluyendo una cómica reproducción de laConstitución de Anderson.

(El modelo de fez empleado en la película Sons of the Desert, del Gordo y el Flaco, con el emblema masónico delSol Naciente)

(El fez, un tocado masónico: “Si lo haces todo bien, te dan el disfraz”)

(Emilio el Moro – tocado con su distintivo fez– al Servicio de su Majestad (?) con pose osiríaca y guiño apocalíptico-iluminita)

Abundando en parentescos con el fez, recordamos este otro sombrero troncocónico, de color indefinido, que es una prenda característica de los derviches y en su simbolismo particular encierra una forma de memento mori: ”Como todas las ropas que visten los mevlevis durante la observancia posee un significado simbólico. Elsombrero de camello representa una lapida, la capa negra es la propia tumba y la túnica blanca, el sudario fúnebre. Durante la ceremonia del Sema la capa se desecha, para indicar que los derviches han escapado de sus tumbas y de todos los lazos terrenales. La música reproduce la de las esferas y los derviches representan los cuerpos celestiales. ” ( )


(Derviche giróvago con su típico sombrero reminiscente del fez. Foto Ignacio Jaúregui)
La palabra derviche significa “camino hacia el portal”, un camino sembrado de una alegría casi onírica, dionisíaca, que diría un simbolista empedernido. Los derviches son hijos del trance y el juego, jugar, jugar y jugar tanto que entremos en un estado absorto, girar hasta que el mundo material se borre, las penas se desdibujen, la cotidianidad absurda, estúpida y trémula se desvanezca hasta que el ego se desintegre (n) En el caso de los derviches, la curiosa forma del sombrero afecta de modo particular al equilibrio del danzante, así como a su movimiento giratorio, y ofrece un curioso eco de las propias vestiduras, que se acercan al aspecto cónico o circular –en plena danza– que también tienen las vestimentas de algunos chamanes.
Estos locos del sombrero troncocónico, los derviches danzantes, pertenecen a una orden fundada por Jelaluddin Mevlana Rumi, “de quien proviene el nombre de Mevlevi, con el cual conoce el mundo islámico esta singular congregación religiosa (…) Los derviches celebran la fecha en que Rumi fue a encontrarse con Mahoma y Alá como mejor saben hacerlo: Danzando. Entre los derviches, “la danza tiene un significado claramente cósmico y apegado al devenir de la vida humana. Al entrar al templo, los derviches llevan sobre sí un sayal negro que significa la última morada, la tumba. Se despojan luego de esta capa y quedan vestidos de blanco, color que viene a significar la mortaja.” De nuevo, el sempiterno memento mori. “Luego comienzan a girar sobre su eje para vencer la muerte. Extienden sus manos, la derecha recibe la energía del mundo espiritual, superior de los cielos. La izquierda la dirigen a la tierra. Originalmente, el sheik representaba al Sol y los danzantes eran planetas”
En la mística sufí, se afirma que “la corona de luz que normalmente recibe el alma en el Paraíso le es conferida aquí en la Tierra. Quienes tienen el don de Al-láh de la visión espiritual pueden percibir la luz, y hasta una corona de luz, descendiendo sobre la cabeza del nuevo derviche en un momento determinado de la ceremonia. Puesto que la corona del Paraíso sólo puede ser otorgada en el Paraíso, la conciencia paradisíaca debe estar plenamente presente durante esta iniciación. La corona es simbolizada por el regalo de un gorro blanco a los hombres y un velo blanco o de color a las mujeres. (…) El recibir esta corona espiritual nos capacita para experimentar la conciencia del Paraíso aquí y ahora, durante las oraciones y aun durante las luchas de la vida diaria. Los derviches iniciados pueden ahora transmitir por lo menos un vislumbre de esta conciencia jubilosa y profunda a las personas amadas y amigos, no en forma verbal sino directamente, elevando así a toda la humanidad. ” (n)


(Triple faz para un fez: Venturi, R. Daneel O., Flegetanis –ya está aquí vuestra mamaíta, íta, íta–, en el momento de nuestra particular “coronación” cairota)
Por último, last but not least, para finalizar esta abrupta disquisición sobre la preeminencia del sombrero en los ritos iniciáticos, queremos incidir en los paralelismos –inequívocos o quizá totalmente caprichosos– entre nuestro tocado troncocónico de color sanguíneo y el mismísimo Graal, que en ocasiones se manifiesta como una copa –verde, es cierto, pero eso nos estropearía la identificación– ; de cualquier modo podemos aceptar que en cierto sentido se considere el sagrado recipiente como una copa roja en tanto en cuanto es el receptáculo de la sangre en algunas leyendas griálicas; el vaso o grasale “donde la sangre o vida crística y el pan de la inmortalidad (el alma) se encuentran servidos para que el hombre aspiracional los disponga en actitud receptiva, hacia lo alto, como quien eleva la copa antes de la comunión del brindis espiritual, siendo este brindis un símbolo del fasto del ágape o experiencia de la iniciación” ( v ). Siguiendo en esta línea de argumentación endeble y caprichosa, nos van a permitir también, a los postres, el imaginativo paralelismo fonético: red cap, red cup. Pues eso.
(Red cup = Red cap ; ¿lo pillan?…)
Y como no hay ceremonia o ritual iniciático que valga que no termine con una mínima o fastuosa celebración orgiástica, y dadas las connotaciones sexuales –sublimadas, por supuesto– del dichoso sombrerito rojo que hemos manifestado con anterioridad, queremos concluir esta semblanza sobre la vida y milagros del fez con los acordes de una deliciosa melodía popular orientalizante, entre lasciva y picantona, con la que nuestros maestros de ceremonia nos deleitaron en nuestra particular coronación cairota. Hala, a menear la penca con este soberbio e iniciático Ya Mustapha.
Ya Mustapha (melodía ligeramente libidinosa para una iniciación de sexualidad sublimada, etc, etc.)
-Fuentes,notas y vínculos-
- (3) La Antigua orden de los nobles del Relicario místico, o shriners (según la wikipedia)
- El discurso antimasónico de A.P. (AustinPowers), Mustapha, el hombre del fez, es muy malo. Vean, si no.
- Las conexiones reales o fabuladas de los Shriners con el islam nos llevarían demasiado lejos y no vamos a establecerlas aquí. Par los sobrinos más interesados en esta ardua cuestión nos bastará señalar que : “La conexion mas obvia con el islamismo en el mundo de la Logia es,por supuesto,el Shrine. La mayoria de las personas no saben que el verdadero nombre de esa organizacion es la “Antigua Orden Arabiga,Nobles del Templo Mistico” (…) El Shrine no solo evoca claramente la cultura arabe,sino que el “shrine” es en verdad el santuario sagrado del islamismo,la Kaaba en la Meca.Entre aquellos que no pertenecen al Shrine,pocos se dan cuenta de que tras su aspecto externo exotico y divertido,el ceremonial esta impregnado de la religion islamica ”
- El blog del portador del fez por antonomasia, nuestro ilustre Emilio El Moro.
- (4) Un viernes 13 de octubre del año 1307, hace 702 años, el Gran Maestre Templario Jacques de Molay y sus 138 compañeros eran detenidos y ajusticiados, dando comienzo a una maldición que perdura hoy en día y a una de las leyendas más fascinantes de nuestra época. (cita)
- Anécdotas sobre otro curioso sombrerito rojo: el gorro frigio. ¿Qué tienen en común Papá Pitufoy el dios Mitra?
- Las coronas reales de Egipto. Las coronas participan del simbolismo general del sombrero, sublimándolo.
- Baraka, Tool disposition (danza de derviches giróvagos)
- Sombreros para viajeros impenitentes en HATS horizons
én le interese: http://www.viajesconmitia.com/2010/12/13/la-faz-oculta-del-fez/
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